Se nos fugó más bien, se esfumó. Lo último que sentí fue al arrimarse a mis pies y pude ver sus ojos de rebelde con patitas traviesas. Fue un ángel que llegó a nuestra casa, gato inusual que veía a los ojos , sus gestos transmitía lo que quería. Tork se llama, se fue buscando su libertad y dejo ese vacío en mi corazón que no puedo describir, tan solo las lágrimas serán el consuelo para resignarme de su libertad.
Tork...