Era la época "dorada" del 73 llena de turbulencia entre la responsabilidad y la ironía donde casi caigo en un abismo.
Una belleza de joven llamada Argentina, cual conocí en un desfile de carnaval en los proceres. Era la Reyna de la parroquia San Agustín de Caracas.
Cómo cuento de hadas y príncipes quedamos emprendidos a primera vista al pasar la carroza,mostraba su belleza; frente a la tarima donde interpretaba con mi guitarra junto con mi banda de rock llamada "Stravos"
Cómo lobo empedernido la busque, con la fortuna de haber sido correspondido...allí empezó esta historia no contada.