viernes, mayo 30

El Relog de Catedral

Esta es una historia autentica de un pasado mágico que se suscito por este instrumento que adorna nuestro hogar desde 1989 (19 años).


Era una mañana que transmitía y bañaba, con su frescura ;el inicio de un día esplendoroso...,era Sábado y caminaba por el centro de nuestra ciudad,buscando atajos para camino recortar , al pasar por el frente de una joyería atípica..,ya que, por ser humilde de imagen exterior ,las paredes que la custodiaban eran coloniales....,en pocas palabras,de esos negocios que se quedan en el tiempo. Al mirar hacia el interior del local , llama a mi atención la cantidad de relojes catedral en sus paredes..,de diferentes marcas y modelos..,el sonido del tic tac en diferentes tonos y campanadas.
Por la curiosidad en despertar esa magia que ha estado en mis recuerdos de ese tipo de reloj por esa campanada de catedral..,al entrar a esta joyería, entablo una conversación con el maestro llamado Julio el joyero , que lucia su edad de orfebre artesanal. Persona de aspecto saludable...bonachón!


Aparte de arreglar y calibrar estos relojes ,ofrecía el servicio para reparar lentes utilizando para esto herramientas artesanales antiguas de las que usaban sus abuelos....al ver que ,una de estas era un fuelle de pie ,y soplete que daba una llama azul para fundir en un crisol de porcelana...,fundía trocitos de plata que recuperaba de joyas dañadas y con esto soldaba las parte dañada del lente...,esto era un espectáculo de habilidad y destreza motriz por parte de este maestro.
Al verle ,esforzar sus pies para lograr con el fuelle la llama que fundiera ese metal.., pasó por mi mente regalarle varillas de plata para facilitarle su trabajo.

Aparte; le pregunte
- Maestro,usted vende algún reloj catedral?.

-No hijo cada reloj tiene su dueño, todo lo que usted ve es para reparar y calibrar su tic. tac.
-Como puedo obtener ó comprarle uno?.

-lamento decirle que ahora no hay para vender,pero....,siempre llegan.

Después de este encuentro e intercambio de conversación curiosa..,esa inquietud por el reloj de catedral iba creciendo y estimulando mis deseos de tenerlo para nuestra casa.

Al cabo de un mes, de manera caritativa,le llevo unas varillas especiales de plata para soldar, que había conseguido en el departamento de soldadura ,donde yo, casualmente, trabajaba en ese tiempo.

-Maestro aquí le traigo un regalo para que se le facilite su esfuerzo y trabajo, es un obsequio de mi parte..

Asombrado por este material y, por la facilidad para fundir este material...me expresa con cara de alegría:
-Señor le estoy agradecido por su gesto.,pero en vista que a usted le gustan los relojes, yo quiero regalarle a usted uno..

Buscando entre escombros de piezas impregnadas de polvo del tiempo...este maestro saca de un fondo olvidado..un reloj de mesa de marca rusa con agujas de oro y enchapado en oro 18K, con una base de cristal de roca....,una antiguedad..., una joya única.
Sin palabras, acepte el intercambio y lo lleve a la casa para lucirlo junto a mi pareja.

Como este estaba cubierto de polvo..., ella empieza a limpiarlo y, por accidente; se le resbala de sus manos y golpea su base con el mesón de concreto fracturando el cristal.

Al saberlo por parte de ella,por reacción "malcriada", estrelle contra el piso el reloj..esparciéndose en pedazos y dije con firmeza..."....en esta casa no habrá nunca nada roto." Hoy en día reconozco que fue un momento difícil para nuestra relación como pareja. Superado esta desilusión,al año.., regreso apenado a la joyería para saludar al maestro y le comento lo sucedido al reloj de mesa..,al escucharme con atención y tristeza por ambos..,el maestro me dijo:
-Hijo no hay mal que por bien no venga..,ese reloj no era para su casa...ese reloj le perteneció a una señora de mucho dinero que lo había dejado hace 15 años atrás...creo que ella murió....,pero no se aflija, le tengo una sorpresa..,un reloj de catedral, al que usted inicialmente quería...este reloj es de una persona que esta necesitada y lo esta vendiendo...


Hoy en día., a través de todos estos años,este reloj catedral adorna nuestra casa y gracias a este, marca la hora dando campanadas mágicas , que fortalecen nuestra experiencia y la relación como pareja. A su vez, guardo con mucho celo el recibo de compra , escrito por puño y letra de ese valioso artesano, hoy en día fallecido.

Hoy, al pasar por esta cuadra la nostalgia ayudo para recordar ....pero, la voracidad de la modernidad arraso con ese patrimonio que en su época guindaba relojes de catedral.






6 comentarios:

PIER dijo...

Que historia más bonita!..
Me llenas de reflexión.. y me has hecho girar la vista a mi reloj viejo que descansa en el salon muy cerquita de mi..
Me ha gustado mucho como has manejado estas lineas..te dejo abrazos.

Anónimo dijo...

Gran historia Arturo y un gusto devolverte la visita, me voy contenta y me quede enamorada de Trixi incrieble mascota, saludos desde Bolivia

Bandolera dijo...

Pucha, lamentable el episodio del primer reloj...pero como dicen, todo es por algo y te llegó algo mucho mejor.
A veces reaccionamos mal, pero todo sirve de experiencia.
Un gran saludo

Dra. María Paz Fariña dijo...

si, arturo, que linda historia, que orgullo conseguir el famoso reloj catedral que tanto querías, aunque también me da mucha pena por el que se quebró ...

Muchos saludos, ahora a mi tb me dieron ganas de tener un reloj de esos, pero no sé si soportaría el ruido constante ... quizas no.

EMBRUJADA dijo...

Gracias por haberme visitado en mi blog y dejarme huellas de tu paso .

Muy interesante el tuyo Arturo ? te llamas asì ,no? seguro tienes 53? ...jeje pareces un "chiquillo" como dicen en mi tierra.

Besos desde España ,SOY Emrujada.

GABU dijo...

Una experiencia fabulosa!!!

P.D.:Igualmente,siempre tuve la sensaciòn que el tic tac del reloj lentamente roe el tiempo...

BESITOS